Literatura y Día de la Lealtad
Son incontables las expresiones literarias que describen la epopeya revolucionaria del 17 de octubre, nacimiento del Día de la Lealtad. A continuación, reproducimos dos textos, a manera de resumen.
Raúl Scalabrini Ortis, del libro: Tierra sin nada, tierra de profetas.
«Corría el mes de octubre de 1945. El sol caía a plomo sobre la Plaza de Mayo, cuando inesperadamente enormes columnas de obreros comenzaron a llegar. Venían con sus trajes de fajina, porque acudían directamente desde sus fábricas y talleres. Frente a mis ojos desfilaban rostros atezados, brazos membrudos, torsos fornidos, con las greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de pringues, de restos de brea, de grasas y de aceites. Llegaban cantando y vociferando unidos en una sola fe. Un pujante palpitar sacudía la entraña de la ciudad. Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la nación que asomaba, como asoman las épocas pretéritas en la conmoción del terremoto. Éramos briznas de multitud y el alma de todos nos redimía. Presentía que la historia estaba pasando junto a nosotros y nos acariciaba suavemente como la brisa fresca del río. Lo que yo había soñado e intuido durante muchos años, estaba allí, presente, corpóreo, tenso, multifacetado, pero único en el espíritu conjunto. Eran los hombres que están solos y esperan que iniciaban sus tareas de reivindicación. El espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí verlo.»
«Soneto», por Leopoldo Marechal:
Era el pueblo de Mayo quien sufría,
no ya el rigor de un odio forastero,
sino la vergonzosa tiranía,
del olvido, la incuria y el dinero.
El mismo pueblo que ganara un día,
su libertad al filo del acero
tanteaba el porvenir, y en su agonía
le hablaban sobre el Río y el Pampero.
De pronto alzó la frente y se hizo rayo
(¡era en Octubre y parecía Mayo!)
y conquistó sus nuevas primaveras.
El mismo pueblo fue y otra victoria.
Y, como ayer, enamoró a la Gloria,
¡Y Juan y Eva Perón fueron banderas!.