Jorge Rachid: “Recuperar la historia completa es lo que permite identificar al pueblo como capaz de forjar una idea de país”
El autor resaltó la importancia del Bicentenario como una foto que muestra la superación de “la Argentina colonizada, la Argentina agroexportadora, la Argentina rindiéndole culto a la monarquía” y señaló: “estamos viviendo un tiempo maravilloso; el conjunto de las nuevas generaciones toma la política como herramienta de construcción de un nuevo modelo social solidario”.
Además, llamó a luchar fervientemente contra “las estructuras neoliberales que aún siguen vigentes” y concluyó: “este libro es ese “estar siendo” que nos permite caminar esta revolución; una revolución que siempre es inconclusa, porque sino se nos acabarían los sueños. Por eso siempre van a existir utopías y nuevos derechos”.
En entrevista exclusiva con InfoBaires24, Rachid habló del objetivo de su trabajo y opinó sobre el actual compromiso de los jóvenes con la política.
IB24: – Jorge, ¿Qué herramientas crees que le aporta este revisionismo histórico, que posiciona al pueblo como sujeto protagonista de la historia, a la construcción del modelo social solidario del S. XXI al que hiciste referencia?
En principio hay que reconocer que el único sujeto histórico es el pueblo argentino; este revisionismo, que a mí no me gusta llamarlo así, es en realidad completar la historia. La historia de los vencedores es una historia sesgada, sí, pero también es historia; nosotros no queremos hacer una historia para enterrarlos a ellos. Ese relato existe, lo que pasa es que es efectivamente un relato tergiversado, donde se le quita al pueblo argentino esa capacidad de generar los procesos históricos, y por eso no reconoce en su descripción, en su vertebración, los procesos nacionales que se dieron a lo largo de la historia; por eso fueron enterrados Rosas, Dorrego, Yrigoyen, Perón. Me parece que recuperar y contar esta historia completa, significa que tengamos la posibilidad de reconocernos a nosotros mismos como capaces de forjar una idea de país, un modelo nacional que tenga más relación con aquellos sueños de los padres fundadores de la Patria Grande, que con esa concepción chiquita, esa concepción portuaria e incluso esa concepción exclusivamente nacional aislada, con mirada eurocéntrica. Solamente la integración del conjunto de la sociedad argentina, desde los pueblos originarios hasta los últimos inmigrantes, es lo que permite darle identidad al pueblo; esa identidad es la fuerza cultural que necesita para forjar un futuro soberano.
IB24: -¿Cuáles consideras que son las diferencias y similitudes entre la histórica militancia peronista y la actual juventud que vuelve a comprometerse con la política?
La semejanza más importante es que han recuperado el pensamiento nacional. Me parece que tanto la generación del ‘55 como la del ’70 tenía objetivos muy claros y fuertes: pelear contra las dictaduras y el regreso del líder. En eso había una necesaria empatía con el conjunto del pueblo, que abría sus puertas y cobijaba a la militancia; si bien uno sabía que arriesgaba hasta la vida, la identificación del enemigo era muy fácil. Hoy los jóvenes, que han recuperado la política, que han recuperado el compromiso, que han recuperado las categorías de la construcción del pensamiento que tiene que ver con la Patria Grande, se ven atacados de múltiples formas. Primero, el ataque habitual de los enemigos de la Nación, que es descalificar por el grupo etario: “Como son jóvenes, no saben nada”. Lo segundo es atacar por la falta de experiencia. Lo tercero, es atacar desprestigiando la política, tirando abajo las utopías. Y en cuarto lugar, los atacan haciéndoles pensar que puede existir gestión sin ideología. Y eso no es así, no puede existir gestión sin ideología, así como tampoco puede existir la ideología sin gestión. Pero por otro lado, me parece que están expuestos a muchas contradicciones porque cabalgan sobre una base tecnológica que nos tiene sobre-informados; una información que no siempre tenemos tiempo de procesar. Ese me parece que es uno de los temas de análisis más profundos. Lo que yo vengo planteando, que es algo que me enseñó Perón, es entender a la política como política internacional. Muchas veces, el marco de la lucha nacional, el marco de lucha de los espacios de poder e incluso el marco de lucha electoral, los saca de esa visión estratégica de conducción. Justamente por esto están dando una batalla en inferioridad de condiciones, porque es ahí donde se agazapa el enemigo, en la lógica del posibilismo, de que “hay que hacer esto porque afuera no hay nada”. Y en realidad, ustedes tienen la posibilidad de que el pensamiento crítico les vaya descubriendo nuevos caminos. Evitar las trampas del enemigo, abrir los ojos ante nuevos caminos, animarse a transitarlos y además, construirlos, que es lo más difícil porque es lo que consolida, es lo que me parece que está haciendo la juventud. Han recuperado la política como una de las dos herramientas centrales de este camino, cuyo contrapeso es el fuerte protagonismo del Estado como regulador social; estas dos herramientas me parecen centrales para definir los futuros veinticinco años del país.
