Inició ciclo lectivo 2017 en el Instituto “Dora Acosta” de la Villa 31 bis
Inició el ciclo lectivo 2017 el Instituto Superior de Formación Docente “Dora Acosta” de la Villa 31 bis, que reúne a más de 70 vecinos y vecinas del barrio para estudiar la carrera de Educación Primaria, conducido por la organización política y social El Hormiguero.
“El ‘Dorita’ representa una experiencia de democratización de la educación pública y ratifica el compromiso de apuntalar la educación pública popular más allá de los límites que quiere imponer el Gobierno de la Ciudad”, señaló María Bielli, rectora del Instituto y referente de El Hormiguero.
“Con este Instituto, la organización pública popular conquistó un derecho, corriendo los límites que el Gobierno de la Ciudad dispone para el barrio en materia de educación”, subrayó Bielli y ratificó: “Mientras la doctrina de Cambiemos sigue siendo la ampliación de la brecha de la desigualdad y la negación de un salario digno para los docentes y el resto de los trabajadores, desde El Hormiguero seguimos apostando a la organización del barrio, la formación de docentes populares y la creación colectiva de un futuro digno para todos los habitantes de la 31”.
En la apertura del nuevo ciclo lectivo, Pablo Pineau, director del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Buenos Aires (UBA), oficializó un convenio de colaboración con la Facultad de Filosofía y Letras. Además, participaron la secretaria de Educación de UTE, Angélica Graciano; referentes de organismos de Derechos Humanos; referentes barriales y dirigentes sociales y políticos.
En el Profesorado estudian más de 70 vecinos y vecinas que terminaron sus estudios secundarios en la Argentina o en sus países de origen y buscan convertirse en maestros y maestras con una perspectiva barrial.
“Las y los estudiantes del profesorado tienen trayectorias educativas y de vida muy heterogéneas. En su mayoría son mujeres migrantes que terminaron sus estudios secundarios y para muchas de ellas seguir estudiando no era una posibilidad, mientras que otros lo intentaron y no pudieron sostener la continuidad educativa. Largas jornadas laborales, que son imprescindibles para sostener a las familias o niños a cargo son también barreras materiales y simbólicas que representa vivir en una villa”, apuntó Bielli.
Al tiempo que sostuvo que “con el ‘Dorita’ se busca romper con esas barreras y profundizar la educación en uno de los barrios más olvidados de la Ciudad, para construir un mejor futuro entre todos los vecinos”.
El ISFD Dora Acosta inició sus actividades a mediados de 2014, en el sector Cristo Obrero de la Villa 31 bis y un año más tarde fue reconocido por el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. Desde 2016 brinda títulos con validez nacional. Mientras que en la actualidad se gestionan los recursos para los salarios docentes.
Su nombre, elegido por los estudiantes y docentes del instituto, es en conmemoración de una militante del Peronismo de Base, secuestrada y desaparecida el 1 de marzo de 1977 por la última dictadura cívico militar.
Dora Acosta era estudiante de filosofía y docente, profesión que ejercía en una escuela de la Villa 31. “Elegimos su nombre porque, además de que su profesión nos representa su lucha, su cariño y su dedicación, también la llevamos como una bandera a la inclusión”, explicó Bielli y destacó que “Dora es un ejemplo de cómo pensamos la educación”. “El territorio, la comunidad, el barrio, tienen que estar adentro del aula. La educación no es algo encerrado entre cuatro paredes, es algo que dialoga todo el tiempo con la realidad”, completó la rectora del Instituto Superior de Formación Docente “Dora Acosta” de la Villa 31 bis.
