Gatillo fácil: Un vigilador privado mató a un adolescente en Moreno
Un guardia de seguridad de la ex planta del Laboratorio Pfizer es acusado de asesinar a un adolescente de 17 años. El custodio está detenido.
En un presunto caso de gatillo fácil, un adolescente de 17 años fue muerto de un disparo de un arma casera efectuado por un vigilador privado de la ex planta del Laboratorio Pfizer, en Moreno. El custodio se encuentra detenido y los vecinos del barrio reclaman justicia.
Familiares de Ezequiel Obregón contaron que el chico caminaba junto a un grupo de chicos por la ruta 23, en las cercanías del ex laboratorio, que próximamente será un Parque Industrial. De acuerdo al relato de los amigos de Ezequiel, luego de un alboroto con perros que viven en el parque, un custodio salió de la casilla de vigilancia y le disparó por la espalda al adolescente.
Según el sitio “Semanario Actualidad”, el autor del disparo sería Sergio Soria, de 41 años, empleado de la empresa de vigilancia «ACP», que habría reconocido el hecho. Interviene en el caso la UFI número 2 del Departamento Judicial de Moreno, a cargo de Walter Velázquez.
Luego de un alboroto con perros que viven en el parque, un custodio salió de la casilla de vigilancia y le disparó por la espalda al adolescente.
Los amigos de “Tete”- como lo llamaban a Ezequiel- y los vecinos denunciaron la sistemática violación de derechos a los que se ven expuestos cotidianamente, tanto por parte de las empresas de vigilancia privada como de las fuerzas de seguridad nacionales, provinciales y locales.
“Pretendemos desnaturalizar la violencia en la que vivimos, no solo expresadas y contadas en pérdidas de vidas, sino también en la violencia en la que viven y crecen nuestros pibes. Hay que realizar un esfuerzo y hacer uso de una memoria activa, recordar sus historias de vida. Porque Tete es un caso más entre cientos de nuestros barrios”, señalaron desde la murga “Ay caramba, qué baranda”, que trabaja con los chicos del barrio.
Pretendemos desnaturalizar la violencia en la que vivimos, no solo expresadas y contadas en pérdidas de vidas, sino también en la violencia en la que viven y crecen nuestros pibes
Además, llamaron a “dejar de estigmatizar a los pibes por su forma de vestir, por sus modos de relacionarse y hasta por la música que eligen”.
“No contar con una plaza, un espacio donde expresarnos, relacionarnos, jugar, aprender; ir a una escuela que se cae a pedazos, donde abundan netbooks pero faltan mesas donde apoyarlas, donde existe el acceso libre a la droga que busquen, las lluvias que nos dejan a la expectativa de otra posible inundación, el PEC del programa Sedronar que está vacío y con nuestros pibes consumiendo en la puerta, y todos los hechos que suceden a nuestro alrededor con responsabilidad directa de las instituciones del Estado también son formas de violencia”, reclamaron, en un comunicado.
