General Rodríguez: Funcionario agrede a los manifestantes en el cacerolazo
Luego de que Darío Kubar denunciara en el diario Clarín que «una patota K» lo agredió con una piedra, InfoBaires24 habló con Mauro García, uno de los concejales del FpV acusados por el intendente.
En el marco de los masivos cacerolazos contra el aumento de tarifas que se dieron en los distintos lugares del país, la multisectorial de General Rodríguez encabezó el propio en la plaza principal del distrito.
Cientos de vecinos se movilizaron hacia el Palacio Municipal, exigiendo que el jefe comunal tome las riendas del reclamo y presente un amparo colectivo, tal como vienen haciendo distintos municipios de la provincia de Buenos Aires.
Al llegar al edificio, tanto el intendente como sus funcionarios salieron a la puerta y, custodiados por efectivos policiales -como se puede ver en las fotos- comenzaron a burlarse de la gente, bailando al ritmo de los bombos y riéndose de las consignas y carteles que se alzaban ante sus ojos.
El edil Mauro García les pidió que cesen las provocaciones, pero al ver que la intención era generar un conflicto, se alejó de la entrada, volviéndose a unir a la columna principal; por lo que, cuando se desató el cruce minutos después, no sólo no participó sino que ni siquiera se encontraba cerca, asegura.
El funcionario que desencadenó los hechos violentos tiene un oscuro historial vinculado al Triple Crimen de General Rodríguez
En un momento, el Secretario de Producción y Desarrollo, Armando Borches, increpó directamente a los manifestantes y tomó de la campera a uno de ellos: Maximiliano Porcel, empleado de la empresa láctea La Serenísima.
Esto despertó la indignación de los protestantes que estaban alrededor del trabajador agredido y respondieron tirándole huevazos a las autoridades; uno de ellos impactó sobre la cabeza de Darío Kubar. García desmiente que haya habido piedrazos y desde el Gobierno municipal no pudieron presentar pruebas al respecto.
Cabe recordar que el funcionario que desencadenó los hechos violentos tiene un oscuro historial vinculado al Triple Crimen de General Rodríguez, ya que fue quien ofició de intermediario entre Osvaldo “Tasca” Carrizo (dueño del inmueble donde se encontraron los tanques con efedrina), Manuel Poggi (funcionario municipal de entonces, también implicado) y Damián Ferrón (traficante), a los fines de facilitar el alquiler de un lugar que funcione como depósito para guardar la efedrina que se utilizaba para la fabricación de metanfetaminas.
El conflicto se ubica en el contexto de un creciente descontento social con la gestión de Cambiemos en General Rodríguez. Además de la falta de respuesta ante el reclamo por el tarifazo, Kubar -que cobra un sueldo de $190 mil por mes-, acarrea conflictos con los gremios, no le paga a los proveedores hace semanas y tiene serios problemas con las finanzas del Estado municipal.
