Continúan los hallazgos en la tumba de Anfípolis
Por: Guillermo Magadán
Ambas figuras femeninas talladas en mármol, ataviadas con túnicas de manga larga y cabellos con bucles montan guardia en la misteriosa tumba de Anfípolis, que los arqueólogos que trabajan en el sitio relacionan con la figura de Alejandro Magno, nacido en esta región de Macedonia, al norte de Grecia.
«El brazo izquierdo de una y el brazo derecho de la otra están levantados en un gesto simbólico de negar la entrada a la tumba», dijo en una declaración el Ministerio de Cultura este sábado.
Las cariátides son otro hallazgo en las excavaciones lanzadas en 2012 y reanudadas el pasado agosto en la colina Kasta de la antigua ciudad de Anfípolis, en Macedonia.
Dos esfigies de piedra sin cabeza flanquean la entrada exterior. Las autoridades dijeron que «la remoción de la tierra desde la segunda pared de entrada reveló las excelentes cariátides de mármol».
Las fotografías publicadas por el Ministerio de Cultura muestran las esculturas – que sostienen un dintel – descubiertos hasta el busto, con su pelo rizado cayendo sobre sus hombros.
El Ministerio dijo que el trazado de «la segunda entrada con las cariátides nos da una pista importante de que es un monumento de especial importancia».
La expectativa ya había comenzado a crecer dada la calidad de los capiteles esculpidos y los mosaico del suelo coloreados delicadamente que ya han sido descubiertos en el sitio.
Abundan las teorías sobre quién podría estar enterrado en la tumba, que van desde la esposa bactriana de Alejandro, llamada Roxana y su hijo, a su madre Olimpia o uno de sus principales generales, Nearcos.
Los expertos dicen que las posibilidades de que sea el mismo Alejandro quien se halla enterrado allí son pequeñas, sin embargo.
Tras su muerte a los 32 años en Babilonia, se cree que el conquistador más famoso del mundo antiguo que fue enterrado en Alejandría, la ciudad egipcia que fundó – aunque ninguna tumba se ha encontrado allí hasta la fecha.